Con una audiencia de más de 250 conectados, la carrera de Medicina de la Universidad de Magallanes, brindó un espacio de discusión abierto a la comunidad, donde confluyeron diferentes miradas expertas a objeto de evaluar la respuesta sanitaria al Coronavirus y su posible evolución en nuestro país.

Aspectos relacionados al ámbito clínico y epidemiológico, pero también social y económico en el manejo nacional de la actual crisis sanitaria por la que actualmente atraviesa el mundo entero, fueron los ejes que marcaron el diálogo del simposio “Pandemia por COVID-19: respuesta sanitaria y lecciones aprendidas” organizado por el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina de la Universidad de Magallanes (UMAG) y que se realizó el pasado jueves 15 de octubre con la participación, en el panel, de una decena de especialistas locales, nacionales y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En la apertura y saludos iniciales, el rector de la UMAG, Dr. Juan Oyarzo resaltó que se hacía necesario, desde la academia, brindar este tipo de  espacios tendientes a analizar y discutir lo que está pasando, sobre todo, desde una mirada integral, interdisciplinaria y crítica de cómo afrontamos el problema a nivel país y cómo buscamos las soluciones para frenarlo. De igual forma, planteó que, con esto “estamos logrando instalar la cultura de la responsabilidad pública en la formación de nuestros futuros médicos” y asimismo, “aportar a los cambios inmediatos y futuros que requiere nuestra sociedad”.

Ya de lleno en el panel, la discusión arrancó con la intervención de los expertos de la OPS, Dr. Fernando Leanes, Dra. Roberta Andraguetti y Dr. Mario Cruz Peñate, quienes posicionaron a Chile en el contexto global y de la región latinoamericana, haciendo un análisis de la pandemia desde el punto de vista de las medidas de salud pública y el comportamiento epidemiológico de la enfermedad. En términos generales el Dr. Leanes, sostuvo que “hoy, hay bastante certeza que es necesario un abordaje integral de este problema y yo lo resumiría en tres ejes: el programa de testeo, trazabilidad y aislamiento (TTA), las medidas de prevención comunitaria y los determinantes, tanto para reducir factores de riesgo individuales, como para hacer sostenibles, en el tiempo, los esfuerzos de control, los que se deben realizar de manera muy coordinada entre entidades”.

A modo de conclusión, los especialistas plantearon que pese a que Chile destaca en nivel de testeo y preparación de los servicios de salud, sobre todo, en expansión de camas para pacientes críticos, sí sigue habiendo dificultades “para que las personas con COVID-19 se aíslen, una cuestión importante para la trazabilidad”, afirmó Leanes, por lo tanto, se debe avanzar en fortalecer la capacidad TTA dado que todavía no se alcanza el nivel esperado y, por otro lado, también, la incorporación de los niveles locales en la acción.

No obstante, la Dra. Andraghetti finalizó señalando que “creo que Chile dio un ejemplo en el momento que hubo un repunte de casos, se supo adaptar, dijo no lo estamos haciendo bien y se supo ajustar, es decir, analizamos, miramos, utilizamos la información para ajustar y lo hizo. La capacidad de reconocer errores durante un evento semejante es algo que se tiene que valorar porque permite avanzar”.

 

Determinantes sociales y económicos

Pasando a un segundo momento de la jornada, fue el turno de la Dra. Lidia Amarales, ex subsecretaria de Salud Pública y hoy parte del cuerpo docente de la carrera de Medicina de la UMAG. El tema de su presentación fue “Determinantes sociales y factores de riesgo por COVID”, con la cual quiso abordar el vínculo entre la situación socioeconómica de la población y las enfermedades crónicas, afirmando que a mayor pobreza, mayor tendencia a padecerlas. En ese sentido, la especialista explicó que las condiciones económicas son barreras para tener una buena condición de salud.

Bajo esa lógica, planteó que los factores de riesgo y comorbilidades están relacionados con la gravedad y mortalidad por Covid, es decir, enfermedades como la obesidad, diabetes  y tabaquismo, inciden en la severidad del cuadro que se adquiera por la infección. Fue en esta última enfermedad, en la que la Dra. Amarales se detuvo para advertir que las y los fumadores también presentan un alto riesgo frente al coronavirus.

“Los últimos estudios de investigación indican que el tabaquismo aumenta la incidencia, gravedad y mortalidad por Covid. Partiendo por la transmisión a través de las gotitas de saliva. Claramente, una persona fumadora al eliminar al humo del tabaco, esto va a acompañado por los virus cuando la persona está infectada y éstas quedan en suspensión, por lo tanto, las personas no fumadoras pasan a ser fumadores pasivos y por otro lado, recibiendo el virus por esta condición de eliminación del virus a través del humo de tabaco”, señaló, añadiendo, de manera concordante con su análisis, que, de acuerdo a los datos de salud pública, las personas con nivel socioeconómico más bajo, son las que más fuman.

A sus observaciones, le siguió la ponencia del economista y académico de la Escuela de Negocios de la U. Adolfo Ibáñez, Guillermo Paraje, quien se refirió a los determinantes económicos de la crisis. A su juicio, la pandemia tuvo varios estragos en la población: hubo un incremento de la informalidad laboral, aumentó la pobreza y vulnerabilidad social, también las brechas de género y edad y la desigualdad socioeconómica. Para amortiguar este impacto, el experto dijo que la ayuda social es fundamental y que el impulso económico debe venir de la transferencia de ingresos por parte del Estado más que de los recursos de la propia gente, como fue el caso del retiro del 10% de las AFP.

“En situaciones de crisis, el Estado debe ayudar a las personas que la están pasando mal”, expresó Paraje, añadiendo que estas medidas económicas son necesarias y deben venir de la mirada de los determinantes sociales que planteó la Dra. Amarales en su presentación.

 

Bloque clínico y mirada COLMED 

La parte final del simposio estuvo dedicada a las experiencias clínicas, de investigación y la mirada crítica del manejo de la pandemia a cargo de la presidenta del Colegio Médico de Chile Izkia Siches.

Partió exponiendo la Dra. Mónica Pinto, infectóloga, docente e investigadora del CADI-UMAG. Su tema fue COVID en adultos, para relatar cómo vive y se desarrolla la enfermedad en el segmento de la población que más se contagia del virus y que está en el tramo de 20 a 50 años. También habló de la alta tasa de incidencia en Magallanes y de otras cifras que caracterizan la situación regional. Haciendo un barrido por varios estudios en desarrollo y la literatura epidemiológica sobre el SARS-CoV-2 que es muy incipiente aún, la facultativa remarcó la importancia mantener fuerte las medidas de prevención a la espera de la vacuna, y la necesidad de educar para incidir de mejor manera en el comportamiento de las personas.

Luego el Dr. Christos Varnava, jefe de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del Hospital Clínico, contó más acerca del funcionamiento de la UPC en contexto COVID y el tratamiento clínico que reciben los pacientes que llegan ahí producto de las complicaciones respiratorias que puede provocar el virus, debiendo ser conectados a ventilación mecánica. Destacó aquí la experiencia que se ha ido adquiriendo en el área para manejar la falla pulmonar de manera efectiva y así estabilizar a quienes alcanzan este estado crítico. También se refirió a la importancia post COVID para rehabilitación y seguimiento del paciente UPC debido a la complejidad del tratamiento clínico.

Para continuar, intervino al Dr. Germán Sepúlveda, especialista en Pediatría con un enfoque, justamente, en el tema pediátrico. El especialista comentó que junto a colegas de todo Chile conformaron una red colaborativa en torno al COVID-19 en pacientes pediátricos de UPC y no UPC, para aportar a la investigación sobre cómo se presenta la enfermedad en niños. Le siguió el Dr. Marcelo Navarrete, investigador del CADI UMAG y coordinador del Laboratorio de Diagnóstico de COVID-19  del mismo recinto para hablar de la evolución de los casos en Magallanes durante esta “segunda ola” y en particular, del monitoreo genómico que lleva adelante el Centro para estudiar una posible nueva cepa del virus. Asimismo, habló de la alianza con el Hospital para el uso del plasma convaleciente en el tratamiento de la enfermedad.

Por último, Christian García, académico del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Santiago (USACH), abordó las implicancias de las medidas de control de la pandemia, mostrando datos de seguimiento sobre la estrategia TTA y las cuarentenas, concluyendo en la importancia de “llegar más temprano para cortar la cadena de transmisión». Al cierre, en tanto, estuvieron los dirigentes del Colegio Médico de Chile, Izquia Siches y Gonzalo Sáez, presidenta/e nacional y regional, respectivamente. La reflexión tras sus exposiciones, es avanzar en una gobernanza sanitaria que supere los gobiernos de turno con el fortalecimiento de la carrera técnica al interior de los servicios, y medidas de contención más tempranas y efectivas. Aquí el Dr. Sáez enfatizó también en la decisión local, descentralizada: “Hay decisiones que debemos tomar localmente porque son más eficientes y tempranas de acuerdo a la realidad epidemiológica de cada territorio”, subrayó