En la Región de O’Higgins, el 41,1% de las mujeres señala haber sufrido algún tipo de violencia antes o durante los últimos doce meses.

Tras la reciente conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Universidad de O´Higgins, a través de su Oficina de Equidad y Género, se ha comprometido en esta temática a través de un trabajo coordinado y sistemático con instituciones públicas y privadas de la región y el país.

La casa de estudios estatal posee, desde el 12 de mayo de 2018, un “protocolo de actuación frente a denuncias sobre vulneración de derechos, como acosos o discriminación arbitraria, el cual sanciona las conductas de acoso sexual, acoso laboral y discriminación arbitraria”. Al respecto, la directora de la Oficina de Equidad y Género UOH, Dra. Claudia Alarcón afirma que para seguir perfeccionando y poder dar respuestas cada vez más efectivas, es que durante el 2019 se revisó dicho reglamento y se hicieron algunas adecuaciones. Dicho proceso se realizó de manera multi-estamental con la participación de directivas (os), académicas (os), funcionarias (os) y estudiantes. “Dicho protocolo se enmarca dentro de las competencias que la universidad tiene para resguardar y apoyar a las y los posibles afectadas y a la comunidad universitaria”, asegura la Dra. Alarcón.

Además del protocolo establecido en la UOH, la Oficina de Equidad y Género en conjunto con representantes de todos los estamentos de la comunidad universitaria, se encuentra terminando la Política de Género, que busca promover y consolidar una cultura universitaria que valore la equidad y la igualdad de oportunidades, cuyos lineamientos de acción son la institucionalización, investigación, formación, vinculación con el medio, y evaluación del plan de la política.

En el contexto global, a la fecha se registran 36 femicidios consumados este año en Chile, cifra que deja en evidencia la violencia ejercida contra las mujeres. Sin ir más lejos, nuestra Región de O’Higgins ya cuenta con seis casos que se suman a esta lamentable estadística.

Una forma de visibilizar el maltrato que sufren las mujeres en el mundo, fue la instauración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que plantea desafíos a la sociedad para hacernos reflexionar sobre la protección de quienes son más vulnerables a este tipo de agresiones, en este caso, mayoritariamente mujeres y niñas, y en lo que respecta a violencia sexual, a niñas, mujeres jóvenes y población LGTBIQ+ constituyen el mayor grupo de riesgo.

Las universidades han sido claves en la visibilización y tratamiento de la violencia contra la mujer. Se podría afirmar que uno de los mayores logros que hoy ha alcanzado el país gracias a las movilizaciones del estudiantado es el reconocimiento de la violencia de género al interior de las instituciones y la consecuente generación de protocolos de actuación.

En esta línea, la directora de la Oficina de Equidad y Género de la Universidad de O’Higgins, Dra. Claudia Alarcón, menciona que “en nuestro país, se ha ido avanzando en la institucionalización de la prevención de la violencia sexual al interior de las universidades, aun cuando queda mucho por hacer. La creación de la Comisión de Igualdad del CRUCH ha ayudado a comprometer a las universidades a la generación de protocolos, políticas e institucionalidad en esta materia. Tenemos que pensar que hace dos años casi ninguna universidad tenía protocolo y actualmente el 70% de las universidades cuentan con una dirección/departamento/oficina/unidad de Equidad/igualdad de Género, lo que es un importante avance”.

En este marco, la directora de la Oficina de Equidad y Género UOH, manifiesta que si bien “el abordaje de la violencia sexual debe ser normativo pero la normatividad no puede ser exclusiva, ya que, para poder avanzar hacia espacios universitarios libres de violencia, necesitamos avanzar hacia la prevención y desde este punto de vista la normativa no es suficiente. Necesitamos avanzar hacia cambios culturales relacionales que involucren un replanteamiento y reorganización de los órdenes de género de las instituciones, poniendo en el centro para su transformación las relaciones de género. En este sentido, debemos avanzar no sólo para fortalecer los protocolos que hoy día tenemos implementados sino, sobre todo, fortalecer la prevención y la gestión de los conflictos en el marco de la comunidad universitaria. Además, como Universidad, en conjunto con las universidades del CRUCH, hemos estado presentes en la discusión de la nueva ley de acoso sexual en las universidades que está en el Senado y que esperamos tengamos luego a disposición para tener un marco adecuado para el tratamiento de esta temática”.

DESAFÍOS CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

La Seremi de la Mujer y la Equidad de Género de la Región de O’Higgins, Marcia Palma, reflexiona que “el llamado y el objetivo que tenemos es a que todos y todas, la sociedad completa, jóvenes, niños, adultos, hombres y mujeres, nos convirtamos en agentes multiplicadores de la sensibilización de cómo erradicamos la violencia contra la mujer, que es una problemática que de verdad nos afecta y que tenemos que ser capaces de salir de ésta. Tenemos que comprometernos a erradicar estas conductas estereotipadas, tenemos que comprometernos a sacar de nuestros pensamientos estos sesgos inconscientes y los prejuicios que sólo han hecho daño a lo que se relaciona con la violencia contra la mujer, no podemos actuar contra el género”.

Cabe destacar que, según la Asamblea General de las Naciones Unidas, se entiende como violencia contra la mujer “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

La Dra. Alarcón destaca que se necesita que todas las comunidades universitarias se involucren y se interesen en informarse, conocer y formarse en el reconocimiento de la violencia de género, “hemos realizado esfuerzos importantes para formar e informar acerca de los procesos y procedimientos, hemos trabajado en los procesos de inducción de estudiantes y funcionarios(as), tenemos una guía de explicación fácil, hemos informado a través de las redes acerca de los mecanismos formales de abordaje, sin embargo necesitamos  avanzar en  la instalación de una cultura de respeto y buen trato ya que si bien los mecanismos  y las acciones pueden y deben mejorar, se necesita un cambio cultural que nos permita reconstruir comunidades universitarias libres de violencia y sexismo. Porque no solo constituimos universidad, sino que somos nosotros(as) los(las) que construimos nuestra región y nuestro país.”.