La nadadora de aguas abiertas y egresada de nuestro plantel completó la noche de este lunes el recorrido de 45 kilómetros ubicado en las costas de Hawái. Con este logro, la llamada «sirena de hielo» estaría a tres pruebas de completar el desafío de los siete océanos, hazaña conseguida solo por siete personas en el mundo. «Significa muchas cosas lindas para nosotros, en especial después de todo este tiempo de pandemia, de haber estado el año pasado con muchos problemas para entrenar, pero ya en el rumbo que nos acerca a todos los océanos que nos faltan y a todos los grandes desafíos», expresó.

15 horas y 41 minutos fue lo que tardó la nadadora chilena y egresada de la U. de Chile, Bárbara Hernández, en completar los 45 kilómetros que separan a las islas Molokai y O’Ahu, en Hawái, convirtiéndose así en la primera sudamericana en lograr esta hazaña que solo han conseguido 60 personas en el mundo. Sin embargo, el tramo no estuvo exento de dificultades para la llamada “sirena de hielo”, ya que además de la extensión del canal y del cansancio tuvo que continuar los últimos 6 kilómetros del recorrido tras el roce con dos fragatas portuguesas.

La hazaña del canal Molokai es también para Bárbara Hernández el cuarto océano completado en el desafío de los Siete Océanos, que la nadadora busca terminar para convertirse en la primera persona sudamericana en conseguirlo y sumarse así a las otras siete personas en el mundo que lo han hecho.

La egresada de la Casa de Bello se mostró contenta y muy agradecida del cariño de personas que la siguen y la apoyan. Destacó además que se trata de “nuestro cuarto océano. Vamos en esta ruta para poder llegar a ser la primera persona sudamericana en poder completar los seven oceans, y este es el primer cruce por una persona sudamericana también, así que significa muchas cosas lindas para nosotros”.

Sobre el recorrido, explica que “la parte más compleja del nado yo creo que es la extensión, es un nado muy largo, con mucho oleaje (…) a los últimos 6 kilómetros la corriente cambió un poco y yo rocé dos medusas, que no supimos hasta que terminé de nadar, que eran finalmente fragatas portuguesas. Entonces, eso nos tuvo bastante asustados y a mí con bastante dolor e inflamación, pero muy muy contentos y agradecidos de todo lo que ha significado el cariño de la gente y el poder concretar este tremendo desafío”.

Y es que el último tiempo no ha sido fácil para la nadadora, debido a que el nado en aguas abiertas aún no es reconocido como deporte olímpico y por ese motivo no recibe apoyos estatales ni tuvo permisos especiales para continuar con sus actividades durante la emergencia sanitaria. Este escenario adverso realza aún más este logro. “Después de todo este tiempo de pandemia, de haber estado el año pasado con muchos problemas para entrenar, pero ya en el rumbo que nos acerca a todos los océanos que nos faltan y a todos los grandes desafíos”, enfatiza Hernández.

Sus próximos desafíos serán realizar una doble vuelta a la isla de Manhattan en agosto, mientras que en diciembre la nadadora busca ir a la Antártica.

Texto: Muriel Solano, prensa Uchile
Fotografías: José Domingo Cheyre, gentileza del equipo de Bárbara Hernández.