Doctor Tomás Lagomarsino asegura que adquisición temprana de vacunas es el gran acierto del gobierno, mientras que el gran error fue no haber priorizado la trazabilidad.

 

Este miércoles 3 de marzo se cumple un año desde que se detectó en nuestro país el primer caso de Covid-19. De acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud (Minsal), a la fecha se registran 832 mil 512 personas diagnosticadas, 20 mil 684 fallecidas y 3 millones 512 mil 326 personas vacunadas.

Frente a este panorama, el doctor Tomás Lagomarsino, especialista en Salud Pública, académico de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y residente del Servicio Covid-19 del Hospital Gustavo Fricke, se refirió a los aciertos y desaciertos respecto al modo en que el gobierno enfrentó esta crisis sanitaria.

PRIMEROS ERRORES

Sostuvo que durante los primeros meses, el esfuerzo se centró en la hospitalización y se dejó de lado la trazabilidad, la Atención Primaria de Salud y la determinante social de la salud. Respecto a este último punto, dijo que se ignoró la realidad de la mayoría de los chilenos a quienes afectó seriamente la cuarentena, pues no estaban en condiciones de cumplir con el aislamiento indicado, o bien, perdieron sus ingresos económicos.

“Chile tiene grandes dificultades: trabajo informal, bajas remuneraciones, problemas habitacionales, viviendas en mal estado y eso no fue considerado en la planificación inicial, lo cual llevó a que durante los primeros meses fuera muy crítica la situación y probablemente hubo daños irreparables en varias comunidades a lo largo del país, que van desde aquellas personas que viven en situación socioeconómica bastante vulnerables en las urbes, hasta quienes viven en zonas rurales”, dijo el especialista.

Agregó que durante los primeros meses, solo se habló de los ventiladores mecánicos en vez de buscar el origen de los contagios; determinar los contactos estrechos; testear y aislar los casos activos, pues de esa forma se corta la cadena de transmisión, lo que es clave en una pandemia. Por ello, el especialista celebró en junio el anuncio de que los Centros de Atención de Salud Primaria se harían cargo de la trazabilidad (inicialmente, esa tarea la cumplían las Seremías de Salud).

Sin embargo, lamentó el incidente que ocurrió con la Plataforma de Vigilancia Epidemiológica, referente al conteo de casos paralelos que, en un principio, se informó a la OMS (Organización Mundial de la Salud) y al país, lo que generó como consecuencia que Chile perdiera confianza dentro y fuera del territorio respecto al manejo de la pandemia. Junto con ello, lamentó el episodio de corrupción en torno a algunas residencia sanitarias, compra de canastas de alimentos e insumos, así como también la ausencia de una mirada más global para abordar esta crisis sanitaria.

“Yo creo que uno de los grandes fracasos de nuestro país en torno al manejo de la pandemia, es que se transformó en una política de gobierno y no en una política de Estado. Esto significa que el gobierno trató en todo momento capitalizar políticamente las victorias en torno a la pandemia y no lo transformó en una victoria de todos los poderes del Estado, de todos lo actores, y de todos los chilenos y chilenas en general y eso significó finalmente que, día a día ir cambiando el rumbo de acuerdo a los intereses que se iban presentando”, sostuvo.

Respecto al cambio de ministro de Salud, Lagomarsino dijo que con la llegada de Enrique Paris se produjo una mejor comunicación con los distintos actores (municipios, sociedades médicas y de especialistas, colegios profesionales y gremios de la salud), lo que favoreció la legitimidad de la política pública.

Sobre lo positivo, destacó la adquisición temprana de la vacuna y su distribución, resaltando que es clave cumplir con el calendario para que al menos el 80 por ciento pueda concretar la segunda inoculación y así lograr el efecto rebaño que se busca. Con la misma fuerza, destacó además la importante labor que realizaron los distintos actores de la salud pública, a quienes calificó como “verdaderos héroes” por priorizar su labor y compromiso con la salud de las personas.

“¿Quién es hoy el gran héroe de esta pandemia? Es el sistema público de salud, quien ha puesto el hombro. Quien ha resistido la pandemia durante estos doce meses son los hospitales públicos  que han ampliado enormemente su cantidad de camas críticas, los consultorios de Atención Primaria quienes han hecho una gran labor de trazabilidad y no puedo perder la oportunidad de reconocer a todos quienes trabajan en la salud pública, quienes han sido durante todos estos meses la ‘primera línea’, quienes han puesto el interés colectivo y el bien común por sobre sus intereses personales… creo que eso es lo más importante de destacar a un año de la pandemia”.