«Si queremos como país contribuir a mitigar el cambio climático, no solo debemos preocuparnos de la reforestación, sino que también proteger y conservar ecosistemas prístinos», afirman los expertos de la Universidad de Chile en relación al estudio de la Fundación Tompkins Conservation y National Geographic Society que estableció que el almacenamiento de carbono por hectárea de la «Ruta de los Parques», ubicada en la Patagonia chilena, es tres veces mayor al de la Amazonía.

“Los árboles me han dado siempre los sermones más profundos”, escribió el novelista y pintor alemán, Hermann Hesse en “El Caminante”. “En sus ramas más alta susurra el mundo y sus raíces descansan en lo infinito; pero no se abandonan ahí, luchan con toda su fuerza vital por una única cosa: cumplir con ellos mismos según sus propias leyes, desarrollando su propia forma, presentándose a sí mismos”.

La descripción poética de Hesse sobre la función elemental del árbol, es una hermosa metáfora de una las principales funciones de los árboles en nuestro ecosistema: la fotosíntesis. Este proceso tiene por objetivo absorber carbono (C02) y transformarlo en biomasa, produciendo oxígeno en el proceso, función elemental para mitigar las consecuencias del cambio climático.  La retención de estos ecosistemas son muy importantes en el marco de estrategias de conservación, ya que disminuyen la posibilidad de deforestación y soportan valores ecosistémicos, que en el contexto global presentan alto valor, como son la mantención de la biodiversidad, de culturas indígenas y de salud humana, así como también el secuestro y almacenamiento de carbono y la provisión de agua.

La Patagonia guarda un secreto

Un estudio de la Fundación Tompkins Conservation y National Geographic Society estableció que el aporte en el almacenamiento de carbono de la  “Ruta de los Parques” -ubicada entre Puerto Montt y el Cabo de Hornos y que concentra 17 Parques Nacionales- es tres veces mayor al de la Amazonía,este último, considerado uno de los ecosistemas más importantes del planeta debido a su capacidad de absorber millones de toneladas del dióxido de carbono presente en la atmósfera.

En este contexto, el estudio demuestra la importancia de la conservación de la naturaleza y en específico, el rol clave de los prístinos ecosistemas climáticos templados, húmedos y fríos que contiene la Patagonia chilena.

“La Ruta de los Parques, al almacenar tanto carbono está ayudando a que ese carbono siga capturado y no llegue a la atmósfera. Si queremos que Chile contribuya a mitigar el cambio climático, no solo debemos preocuparnos de cómo capturar el carbono a través de la reforestación, sino que también tenemos que proteger la reserva que tenemos en nuestros bosques, recalca Jorge Pérez Quezada, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas.

Según, el estudio de la National Geographic Society y la Fundación Tompkins Conservation, las 6.608 millones de toneladas métricas de carbono del suelo y la biomasa almacenadas en la “Ruta de los Parques”, equivalen a casi el 30 por ciento del carbono total del suelo y la biomasa en todo Chile (22,3 mil millones de toneladas métricas).

Los expertos de la U. de Chile sostienen que en general se reconoce globalmente que las regiones climáticas templadas húmedas y frías, como en las que se encuentran los ecosistemas terrestres de estos parques nacionales, almacenan una gran cantidad de carbono a nivel de suelo.

“Esto se debería a la capacidad de almacenamiento de biomasa y carbono en el suelo. Este carbono en el suelo proviene de la descomposición de la vegetación, el crecimiento de los hongos y las bacterias y de las actividades metabólicas de los organismos vivos. Ahora bien, también se debe considerar la tasa de respiración que la vegetación y el suelo presentan. Esta respiración libera carbono a la atmósfera”, detalla Álvaro Promis, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, quien que considera que la información que revela el estudio es muy valiosa en cuanto al aporte que hacen los ecosistemas prístinos al equilibrio del planeta.

“La Patagonia ha sido considerada como una de las zonas del planeta en condición muy cercana a lo natural, por el bajo impacto humano. La alta cantidad de superficie de bosques y otros ecosistemas terrestres -como las turberas- avanza en la dirección de generar esfuerzos para disminuir la degradación y pérdida de paisajes con bosques sin intervención, y protegerlos de una gran ola de extinción”, explica.

Y finaliza: “La retención de estos ecosistemas son muy importantes en el marco de estrategias de conservación, ya que disminuyen la posibilidad de deforestación y soportan valores ecosistémicos, que en el contexto global presentan alto valor, como son la mantención de la biodiversidad, de culturas indígenas y de salud humana, así como también el secuestro y almacenamiento de carbono y la provisión de agua”.

Marta Apablaza, periodista Prensa U. de Chile.