La reducción de 20 por ciento en este ítem del Proyecto de Ley de Presupuesto 2021 impactaría directamente en el funcionamiento de más de 60 actividades y proyectos en áreas prioritarias, encomendadas por el Estado a la U. de Chile, que van en beneficio de las y los habitantes del país; entre éstas, el tratamiento de cerca de 900 familias con enfermedades metabólicas, el trabajo de investigación en sismología, la realización de la Encuesta de ocupación y desocupación del Gran Santiago, y la labor de la Orquesta Sinfónica Nacional, la más antigua del país y que es considerada Patrimonio Nacional. Esto se suma a la reducción de 5 por ciento en los fondos basales que afecta al plantel y a todas las instituciones que integran el Consejo de Rectores.

Un llamado al gobierno y al Congreso es el que realizaron este martes 17 de noviembre el Rector Ennio Vivaldi; la vicerrectora de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, Heidi Brener; el director de Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC), Diego Matte; el director del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Negocios, Jaime Ruiz Tagle; y la subdirectora de Extensión y académica del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Paulina Correa; en representación de los proyectos, programas y centros cuyo financiamiento depende de la glosa de Actividades de Interés Nacional (AIN). Esto, por la reducción de 20 por ciento en el presupuesto 2021 en la partida del Ministerio de Educación para este tipo de actividades, que la Universidad de Chile desarrolla en áreas definidas por el Estado como prioritarias y que van en directo beneficio de la ciudadanía.

En concreto, esta rebaja presupuestaria dificulta la realización de más de 60 actividades y proyectos en áreas como salud, medio ambiente, trabajo asistencial, extensión artística y cultural, entre otras.

En la instancia el Rector Ennio Vivaldi cuestionó la entrega de financiamiento a planteles privados debido a su adscripción reciente a la gratuidad. “Veo con estupor que los recursos que están siendo quitados a estos programas tienen como destino ser redireccionados a instancias de educación superior que, lamentablemente, no creo que hayan sido debidamente estudiadas y evaluadas», dijo.

Asimismo, manifestó que «sería de una consecuencia tan grave que estos programas dejaran de existir, que se vieran seriamente dañados, por lo que quisiéramos que esto fuera conocido por la opinión pública y que instauráramos que los temas presupuestarios no pueden ser cuestiones que se manejen en grupos restringidos. La ciudadanía debe saber que lo que se está afectando impacta la vida y el bienestar directo de las y los chilenos, programas que mejoran y protegen las vidas de muchas y muchos”.

Por su parte, la vicerrectora Heidi Brener explicó detalladamente lo que implica esta reducción. “En la práctica, nuestro presupuesto está bajando 20 por ciento para las actividades de interés nacional. Eso significa más de 2.190 millones de pesos menos que van a llegar a la universidad para desarrollar estas actividades que van en post de todo el país», indicó.

«Queremos hacer un llamado de atención a las autoridades, a la discusión del presupuesto, creemos que es más importante que nunca priorizar actividades como las que aquí se mencionan en post de todo nuestro país”, enfatizó la académica.

Actividades de Interés Nacional

Como parte de su misión y rol público, y en respuesta a las tareas específicas encomendadas por el Estado, la Universidad de Chile ha desarrollado históricamente una amplia gama de actividades de interés nacional e impacto regional, en directo beneficio del país

Un ejemplo de estas actividades es el Programa de seguimiento de pacientes con Errores Innatos del Metabolismo realizado por el Instituto de Nutrición y Tratamiento de los Alimentos (INTA) que, a lo largo de varias décadas, ha logrado desarrollar tratamientos altamente efectivos para prevenir y diagnosticar a tiempo estas patologías, que en su mayoría se desarrollan en la etapa neonatal o en edad pediátrica y no reconocerlas puede llevar a graves secuelas, como convulsiones, desnutrición y afecciones al sistema cognitivo. Actualmente este programa realiza seguimiento y tratamiento con costos reducidos o gratuitos a cerca de 900 familias, ya que al tratarse de enfermedades genéticas muchas veces más de una persona en un mismo grupo familiar puede desarrollarlas.

La académica del INTA, Paulina Correa, destacó la importancia de dar seguimiento a las personas con este tipo de enfermedades. “Estos pacientes necesitan un control metabólico permanente para evitar las consecuencias nocivas sobre el sistema nervioso central y en el INTA, teniendo en cuenta que hay muchas familias en que más de un hijo presenta esta patología, existe la posibilidad de subvencionar parcial o totalmente el costo de estos exámenes», explicó la especialista.

Los efectos de mantener este programa a lo largo de casi 40 años de vigencia o más, agregó, «son visibles cuando uno entraba hace 35 años al INTA veía en el centro de diagnóstico niños que tenían discapacidad intelectual, hoy se ven niños sanos porque son detectados precozmente y porque tienen el control metabólico que necesitan a lo largo de su vida”.

Otra de las actividades que está incluida en esta partida presupuestaria es el Programa de Riesgo Sísmico (PRS) que, en un país con gran actividad sísmica y volcánica como Chile, no sólo es de interés académico. El PRS a lo largo de su historia ha tenido un rol relevante en la formación de profesionales en estas áreas y en la prevención de efectos sísmicos a través del desarrollo de tecnologías satelitales de interferometría radar (InSAR), con contribuciones en el estudio y comprensión del mecanismo de diversos movimientos telúricos ocurridos en el país, y la identificación de los primeros indicios de la falla de San Ramón en la Región Metropolitana.

Asimismo, se ve afectada por esta reducción de presupuesto la Encuesta de ocupación y desocupación del Gran Santiago (EOD), realizada por el Centro de Microdatos de la U. de Chile. Esta medición trimestral de ocupación se realiza desde 1956 y es aplicada a hogares escogidos aleatoriamente con un cuestionario que ha permitido desarrollar cifras comparativas en sus más de sesenta años de realización. El diagnóstico y la evidencia empírica proporcionada por la EOD durante su larga trayectoria han posibilitado la identificación de momentos de quiebres en el mercado laboral chileno constituyendo, históricamente, una de las principales herramientas para el análisis del mercado laboral y sus políticas.

Jaime Ruiz Tagle recordó la utilidad que tuvo la EOD para monitorear la situación del país al comienzo de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19. “A fines de marzo, cuando la pandemia recién comenzaba, una de las primeras luces de alerta que empezó a aparecer respecto a la crudeza con que nos iba a pegar la pandemia fue precisamente la que planteó la Encuesta de Ocupación, indicando que el desempleo ya estaba alcanzando cifras del orden de 15 por ciento», relató el académico. Lamentablemente, agregó, «la situación fue aún peor y, afortunadamente, hoy nos estamos recuperando en cuando a empleo».

«Es muy importante el aporte de la U. de Chile, en conjunto con el Banco Central y la Asociación Nacional de Bancos que colaboran en este proyecto, que permite estar monitoreando permanentemente la situación financiera de los hogares, la situación de empleo, de vulnerabilidad y las necesidades. Tenemos que poder seguir revisando cuáles son las políticas públicas más adecuadas para generar un mayor bienestar en los hogares a partir de su situación de empleo”, dijo.

Más afectado aún debido a una reducción de 25 por ciento de su presupuesto, está el Centro de Extensión Artística y Cultural de la U. de Chile, que agrupa al Ballet Nacional, la Camerata Vocal, el Coro Sinfónico y la Orquesta Sinfónica Nacional. Esta última es la agrupación sinfónica de más larga trayectoria del país, la primera creada (1941) como organización estatal permanente y duradera, y es considerada Patrimonio Nacional. En ella se han desempeñado músicos  como Claudio Arrau o Juan Pablo Izquierdo.

El director del Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC), Diego Matte, también hizo un llamado a frenar la reducción presupuestaria. “Los elencos artísticos están establecidos y trabajan bajo una estructura, y una reducción de 25 por ciento implica desarmar por completo esa estructura y la Orquesta dejaría de ser lo que es para siempre», advirtió. Este recorte presupuestario «es un daño irreparable para el país, porque la Orquesta no sólo es música, es creación, lenguaje, es educación. Los músicos de la Orquesta en su gran mayoría son profesores de la Asociación de Orquestas Juveniles, en los conservatorios de la U. de Chile y de otras universidades privadas. Es un sistema que irradia a todo el país con su actividad, por lo que hacemos un llamado muy sincero a que se revierta esta medida íntegramente porque para nosotros es un 25 por ciento que va a definir el futuro y viabilidad”, aseguró.

Muriel Solano y Maritza Tapia, Prensa U. de Chile
Fotografías: Felipe PoGa.