El análisis, realizado por académicos de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la U. de Chile indica que menos del 10 por ciento de personas contagiadas con COVID-19 requiere de hospitalización, porcentaje que varía considerablemente cuando existen enfermedades crónicas. La información individualizada sigue siendo una necesidad fundamental para continuar estudiando el comportamiento de esta enfermedad en Chile.

Según los datos reportados en los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud sobre COVID-19, un 9,4 por ciento de los casos confirmados requieren hospitalización, es decir, menos de uno de cada diez casos.Considerando que hay muchos pacientes asintomáticos que no consultan ni se hacen el examen PCR, el porcentaje de hospitalización es aún menor.

Pero, ¿es realmente el mismo riesgo de hospitalización para todas las personas? Mauricio Fuentes, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, explica que “la edad y la presencia de enfermedades crónicas aumentan el riesgo de gravedad de la enfermedad y, en consecuencia, de hospitalización. Si bien aún no se dispone de información individualizada para realizar análisis y estimaciones más precisas sobre el comportamiento de esta enfermedad, lo que hay hasta ahora permite realizar algunos cálculos relativamente sencillos sobre la hospitalización”.

“El Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud publica el porcentaje de casos confirmados que presentan una cierta enfermedad crónica de base. Si tomamos por ejemplo el caso de la hipertensión arterial, se observa que el 33 por ciento de los pacientes hospitalizados presentan esta enfermedad, mientras que en los no hospitalizados sólo el 11 por ciento» (ver Figura 1), señala. «No obstante, es importante tener en cuenta que las personas pueden tener más de una enfermedad crónica simultáneamente”, detalla el académico.

Según el profesor Fuentes, la información que entregan los gráficos podría ser importante para los profesionales de la salud en los establecimientos hospitalarios. “Es relevante, por ejemplo, saber que la mitad de los hospitalizados por COVID-19 son personas hipertensas y/o diabéticas, lo que permitiría estar mejor preparado para tratar a esos pacientes. Sin embargo, ¿podemos, a partir de esta información, decir que los hipertensos y los diabéticos presentan un mayor riesgo de hospitalización que el resto de los enfermos crónicos?”.

Figura 1: Porcentaje de casos COVID-19 confirmados y probables notificados, según presencia de enfermedades crónicas. Gráficos: A) con antecedentes de hospitalización; B) sin antecedentes de hospitalización. Tabla: valores usados en los gráficos.
Fuente: Informe Epidemiológico Nº 63, Ministerio de Salud.

Estimación a partir de los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud

Para explicar el cálculo realizado por el académico de la Escuela de Salud Pública, se toma como ejemplo el caso de la hipertensión arterial. Según explica, se construye una tabla con el cruce entre enfermedad y hospitalización (conocida como tabla de contingencia), obteniendo lo mostrado en la Tabla 1. El color negro indica las cifras que corresponden a los datos entregados en el informe epidemiológico, y en color azul los números calculados a partir de ellos.

Tabla 1: Número de casos confirmados con COVID-19 según presencia de hipertensión arterial y antecedentes de hospitalización.

Con hospitalización Sin hospitalización Total
Con hipertensión arterial 17.410  54.287

71.697

Sin hipertensión arterial

34.966

448.376

483.342

Total 52.376 502.663 555.039

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Informe Epidemiológico Nº 63, Ministerio de Salud.

Según detalla el Magíster en Bioestadística, “de los 71.697 casos confirmados de COVID-19 con hipertensión arterial (al 25 de octubre de 2020), 17.410 requirieron hospitalización (24,3 por ciento). Por su parte, de los 483.342 casos sin hipertensión, 34.966 fueron hospitalizados (7,2 por ciento). Esto quiere decir que el porcentaje de hospitalización es 3,4 veces mayor en los casos con hipertensión que en los casos sin hipertensión». Asimismo, asumiendo el porcentaje como un riesgo (o probabilidad), podríamos estimar que una persona hipertensa que se contagia de COVID-19 tiene aproximadamente 3 veces más riesgo de ser hospitalizada que una persona no hipertensa. Este indicador de comparación se conoce como Riesgo Relativo”.

En tanto, continúa el académico, «si se hace este cálculo para cada enfermedad crónica se obtiene un panorama muy distinto al que muestran los gráficos del informe epidemiológico». Estos resultados se muestran en el gráfico de la Figura 2.

Por otro lado, en la Tabla 2 se muestran los porcentajes de hospitalización y el Riesgo Relativo para cada enfermedad crónica (recordar que este último indica cuánto más riesgo de hospitalización por COVID-19 hay cuando está presente la respectiva enfermedad crónica de base).

Figura 2: Porcentaje de casos COVID-19 confirmados y probables notificados que requirieron hospitalización, según presencia de enfermedades crónicas.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Informe Epidemiológico Nº 63, Ministerio de Salud

Tabla 2: Riesgo (porcentaje) de hospitalización por COVID-19 y Riesgo Relativo, según enfermedad crónica de base.

Comorbilidad Riesgo de hospitalización (%)  Con enfermedad  Riesgo de hospitalización (%) Sin enfermedad Riesgo Relativo
Enfermedad hepática crónica  59,6 9,4 6,4
Enfermedad renal crónica 51,5 9,1 5,7
Cardiopatía crónica 44,7 9,1 4,9
Enfermedad neurológica crónica 43,7 9,3  4,7
Enfermedad cardiovascular 40,3 9,1 4,4
Enfermedad pulmonar crónica 40,3 9,2 4,4
Inmunocompromiso 36,1 9,3 3,9
Diabetes 28,9 8,0 3,6
Hipertensión arterial 24,3 7,2 3,4
Obesidad 21,0 9,1  2,3
Asma 11,3 9,4 1,2

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Informe Epidemiológico Nº 63, Ministerio de Salud.

Necesidad de datos individualizados

Para Fuentes “estos resultados deben leerse con cautela. Primero no tienen en cuenta la presencia de más de una enfermedad crónica simultáneamente, lo que probablemente cambie los riesgos estimados debido al efecto sinérgico que podría ocurrir». Segundo, «no se ha considerado y controlado el efecto de la edad y el sexo de los pacientes». Tercero, «tampoco se conoce si los pacientes mantienen controlada su enfermedad al momento de contagiarse de COVID-19, condición que podría ser determinante en la evolución de la infección». Cuarto, «al momento del informe epidemiológico es muy probable que haya casos no hospitalizados que después requieran hospitalización, debiendo ser contados en esa categoría». Así también, agregó, «se sabe que hay casos confirmados que han fallecido sin haber sido hospitalizados, los que no deberían considerarse en este análisis como casos que no requirieron hospitalización, ya que podemos asumir que sí la necesitaron”.

A pesar de las limitaciones anteriores, los resultados obtenidos permiten tener un orden de magnitud del riesgo de hospitalización y una jerarquía según la enfermedad crónica de base.

Los resultados estiman entonces que si existe contagio de COVID-19 el riesgo de hospitalización para personas con enfermedad hepática crónica o enfermedad renal crónica, es considerablemente mayor que para personas diabéticas o hipertensas.

Finalmente el experto explica que las limitaciones mencionadas son producto de que no se dispone públicamente de datos individualizados de casos confirmados COVID-19. Aunque han habido importantes avances en la disponibilidad de información a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, “la información individualizada sigue siendo una necesidad fundamental para continuar estudiando el comportamiento de esta enfermedad en Chile, donde entran en juego no sólo la dinámica de contagio, sino también el perfil demográfico, epidemiológico y socioeconómico de la población y las características de nuestro sistema de salud”.