El médico infectólogo de la Universidad de Valparaíso Rodrigo Cruz afirma que si bien el país no puede paralizarse, las actividades sociales deberán seguir restringidas porque existe la posibilidad  de “súper diseminadores”, contagiados que en una aglomeración pueden infectar a muchas personas de una vez.

Luego de que el Gobierno diera a conocer el protocolo de medidas para que los comerciantes retomen gradualmente sus operaciones durante la contingencia sanitaria y, además, anunciara el reinicio de las actividades en el sector público, diversas autoridades, representantes gremiales y líderes de las más variadas organizaciones e instituciones del país manifestaron su preocupación frente a estas disposiciones, por considerar que todavía no están dadas las condiciones para relajar las medidas de aislamiento establecidas para evitar el aumento explosivo de contagios por Covid-19.

En particular, las opiniones dan cuenta de que este tipo de acciones se deberían adoptar solo una vez que el peak de la pandemia quede atrás y se logre aplanar efectivamente la curva de casos en todas las regiones del pais.

Al respecto, el director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de Universidad de Valparaíso, el médico infectólogo Rodrigo Cruz, sostiene que en este tema el cuándo, cómo y de qué forma se volverá a la normalidad en la vida de las personas y en las actividad educativas, culturales y económicas es algo muy difícil de determinar desde el punto de vista epidemiológico y que, por ello, los análisis se deben hacer con cautela.

«Aun cuando la enfermedad está y seguirá presente, el país no se puede detener. La nueva normalidad o seudo normalidad de la que ya se habla tiene que ver más bien con el hecho de que en algún momento las personas tiene que volver a trabajar, los niños y jóvenes retornarán a clases y las empresas y locales comerciales volverán a abrir sus puertas y así otras tantas actividades. Pero ahora no, aún no es el momento. Pero sí más adelante y en forma gradual, y no todo ni todos a la vez. Incluso, probablemente habría que hacerlo por zonas o regiones», afirma el especialista.

 

Restricciones de movimiento

El doctor Cruz argumenta que lo único que está claro es que “lo que queda de 2020 no va a ser para nada normal”, y van a tener que seguir las restricciones de movimiento y, sobre todo, las prohibiciones a las aglomeraciones.

“Vamos a tener que aceptar y nos tendremos que acostumbrar a acotar al mínimo los encuentros en espacios cerrados y con el menor numero posible de personas.  Pienso en las salas de clase, los cultos religiosos, en la reuniones de trabajo e incluso en los centros comerciales y los cines. Pero en cuanto a eventos masivos, en particular los conciertos o los partidos de fútbol en estadios, van a tener que ser lo último en volver, porque existe la posibilidad de que asistan ’súper diseminadores’, contagiados que en una aglomeración pueden infectar a muchas personas de una vez. Es decir, si no impedimos las aglomeraciones y no actuamos de manera gradual en el retorno a las actividades, estaremos contribuyendo a amplificar la pandemia y todos estamos por evitar que eso suceda. Yo no levantaría la restricción a los eventos masivos por al menos  varios meses más, al menos no antes de que llegue la primavera-verano», advierte el médico infectólogo de la UV.

 

¿Vacuna o inmunización?

Considerando el escenario descrito, el doctor Rodrigo Cruz explica que la sociedad global se encuentra hoy frente a objetivos: esperar que aparezca una vacuna en algun momento y seguir  aplanando la curva de contagio, como parte de proceso natural de inmunización.

“El primero de estos objetivos no se sabe cuándo podría concretarse. Puede ser que contemos con una vacuna en 2021, pero lo más probable es que pasen varios años para que ésta se cree y estemos en condiciones de inocular con ella a la población, o al menos a la de mayor riesgo. Por otro lado, promover el aplanamiento de la curva de contagiados es un proceso más largo, necesario y costoso, porque cuando uno infecta a una población van a haber muertos, como pasa ahora y que es lo que tratamos de evitar», sentencia el infectólogo.

 

Regreso diferido

 

En lo que respecta al estado actual de la pandemia en nuestro país, el director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso aclara que Chile no tiene malos números en general y que hasta esta fecha ha tolerado bien la pandemia, ya que se han podido controlar de a poco y progresivamente el número de casos nuevos de Covid-19 y los adultos mayores se han visto menos afectados que en otros países.

 

“Sin embargo, me atrevo a asegurar que la incertidumbre va a durar un buen tiempo. Cuánto tiempo, eso es casi imposible de pronosticar. No se puede augurar un tiempo determinado ni de meses, porque estamos hablando de meses. Ahora, por lo mismo y dado que esto se va a tener que ir monitoreando día a día y principalmente semana tras semana, es que las medidas que corresponden decretar para retomar las actividades se deberían ir aplicando en forma diferida, ya sea por comunas, ciudades o regiones. La de Coquimbo, por ejemplo, hoy evidencia un aplanamiento importante de la curva. La Región de Valparaíso, en la que si bien han ido aumentando los casos, no tiene un crecimiento exponencial, lo mismo ocurre en la de O’Higgins, que tiene un buen aplanamiento. Es decir, hay regiones que no tienen controlada para nada la pandemia, pero sí han enfrentado adecuadamente los casos y la posibilidad de que en estas zonas el sistema de atención de salud colapse es poco probable en estos momentos. Lo contrario ocurre en las de Magallanes, La Araucanía y del Maule, donde el escenario es complejo e incierto», concluye el doctor Rodrigo Cruz.