Director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Cruz, sostiene que la baja significativa que ha experimentado el índice de transmisibilidad del virus del COVID-19 en Chile, la cual ha derivado en una caída sostenida de los nuevos contagios y los casos activos en las últimas semanas, da cuenta de una realidad auspiciosa que se ve reforzada con los altos porcentaje de personas vacunadas con una y dos dosis.
Aunque las alarmas volvieron a encenderse este lunes después de que la autoridad sanitaria confirmara el segundo caso en Chile de una persona infectada con la variante Delta del SARS-CoV-2, lo que ha vuelto a generar inquietud en varios sectores de la ciudadanía ante el posible efecto que esto tendría en la evolución de la pandemia, el director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Cruz, llama a la calma y se muestra optimista al respecto.
En opinión de este médico infectólogo, el surgimiento de ésta y de otras nuevas cepas del virus que causa el COVID-19 es algo natural que continuará ocurriendo y que más que causar temor o preocupación debe ser vista como una invitación a reforzar la vigilancia epidemiológica en las fronteras y los protocolos destinados a asegurar el seguimiento de los afectados, continuar cumpliendo con las medidas de prevención esenciales y a actuar con responsabilidad social.
“Desde luego que la mayor parte de los indicadores se mantienen altos, pero en las últimas semanas el índice de transmisibilidad del virus ha experimentado una baja considerable a nivel nacional, lo cual ha derivado en una caída sostenida de los nuevos contagios y de los casos activos, en especial en la Región Metropolitana de Santiago, donde vive el 40% de los chilenos. Esto ha contribuido a su vez a descomprimir poco a poco a la red asistencial y si bien todavía el número de camas críticas y de personas que fallecen a diario se mantiene alto, hay señales de que vamos por buen camino para controlar la pandemia, a pesar de la llegada de la variante Delta”, argumenta el doctor Cruz.
Redoblar el cuidado
En efecto, y tal como se desprende del último informe epidemiológico emitido por el CDIEI-UV, durante las últimas dos semanas -entre el 13 y el 27 de junio- en Chile los nuevos contagios confirmados de COVID-19 cayeron significativamente, al registrar un retroceso de 48.736 a 30.256, mientras que los casos activos confirmados bajaron de 45.506 a 29.118.
“Lo anterior confirma que la pandemia se ha ralentizado, lo que muy probablemente se consolidará gracias al esperado efecto de la vacunación masiva. El avance del proceso de vacunación -que ya superó la meta del 80% de la población objetivo inoculada con al menos una dosis y bordea el 65% para la con dos dosis- es un factor protector que contribuirá incluso en el caso de que la variante Delta se disemine por nuestro territorio. Si bien ésta es más trasmisible -un 64% más que las otras- hasta ahora no se ha demostrado científicamente que sea más letal ni que genere una menor respuesta de ciertas vacunas. No hay evidencia significativa al respecto. De hecho, en Israel, país donde se han producido algunos brotes de importancia con esta cepa y que, como Chile, registra una alta población de personas vacunadas, los contagios no se han desbordado”, agrega el especialista.
Pese a lo anterior, Rodrigo Cruz asegura que todavía falta mucho por avanzar, dado que aún existe una sobrecarga del sistema de salud, con cientos de personas que fallecen día a día, especialmente adultos mayores no vacunados.
“Por ello, hay que redoblar los cuidados. Se debe seguir utilizando mascarilla y mantener todas las medidas recomendadas por la autoridad sanitaría, en particular evitar las aglomeraciones en espacios cerrados y privilegiar las actividades al aire libre. Además, se debe avanzar en vacunar a los grupos de menor edad, a los rezagados y, probablemente, suministrar una tercera dosis (de refuerzo) a los adultos mayores de 70 años”, acota el médico infectólogo.
Finalmente, el director del CDIEI-UV reiteró su llamado a consolidar el proceso de secuenciación del virus, para saber qué está pasando con las diferentes cepas del virus y cómo está se configura el mapa del COVID-19 en Chile, en provincias y en regiones.
Región de Valparaíso
En cuanto a la Región de Valparaíso, el informe del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso precisa que durante los pasados catorce días también se observó una baja considerable en los nuevos contagios, que fue de 29,8% (de 4.334 a 3.087), mientras que los casos activos confirmados cayeron, a su vez, en un 15,6% (de 4.013 a 2.987).
Esto último comienza a notarse ya en sus principales centros urbanos. Entre las cinco comunas que integran el Gran Valparaíso, la caída fue de un 22,6% en Valparaíso, de un 13,2% en Viña del Mar, de un 26,5% en Concón y de un 5,2% en Quilpué. Solo escapó a esta tendencia Villa Alemana, que en igual período observó un alza de 1,5%.
Y entre las capitales provinciales de mayor población, todas presentaron una caída: Quillota, de 1,5%; San Antonio, de 9,1%; Los Andes, de 36,3%; y San Felipe, de 25,8%.