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Entre el 2 y el 5 de diciembre de este año, un equipo interdisciplinario de expertos dio inicio a una expedición en La Higuera, ubicada a unos 45 kilómetros al norte de La Serena, con el propósito de encontrar los primeros fragmentos que podrían ser recuperados de un meteorito detectado por la red de monitoreo Fripon Andino.

La detección de un bólido en Coquimbo, destaca por la colaboración entre universidades estatales e instituciones internacionales en la observación y estudio, ya que esta iniciativa ofrece nuevas oportunidades para analizar estos cuerpos en Chile, lo que puede ampliar el entendimiento sobre el planeta Tierra.

El fenómeno, un brillante bólido —fragmento de materia extraterrestre que entra a la atmósfera— registrado la noche del 10 de julio de 2024, fue captado por cámaras  que forman parte de las instalaciones de Fripón Andino, una red terrestre de detección y caracterización de bolas de fuego ubicadas en Santiago y Mendoza para localizar posibles meteoritos. 

En la iniciativa participan investigadores e investigadoras de diversas universidades, como la Universidad de Atacama, Universidad de Antofagasta, la Universidad de la Serena, Universidad de Chile, y la Universidad de Valparaíso, entre otras instituciones estatales y privadas, que colaboran en la búsqueda de fragmentos de meteoritos que podrían haberse desprendido del bólido.

Oportunidades para la ciencia chilena

“Un objetivo importante, pero difícil de lograr, es la efectiva recuperación de los meteoritos, luego de estimar sus puntos de impacto. Sin embargo, esta caída en particular nos ha permitido comprobar que la red está funcionando bien y que un equipo de búsqueda puede ser conformado en un tiempo razonable a la fecha de la caída”, señala Millarca Valenzuela, geóloga especialista en meteoritos e investigadora del Instituto Milenio de Astrofísica y de la Universidad Católica del Norte, en la web de la UDA

La expedición, guiada por modelos de trayectoria, cubrió 1,2 km², lo que corresponde solo al 20% del área total de búsqueda en la zona de  difícil acceso debido a su terreno de relieve con montañas y la densa vegetación. Alexander Congre, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral, destaca que el material extraterrestre que logren recuperar puede mejorar el conocimiento del origen de la vida, la formación planetaria y los procesos terrestres.

A pesar de que aún no hay hallazgos, esta búsqueda marca un precedente significativo para el trabajo de la red Fripon Andino en Chile, que fue instalada hace un año. Actualmente, la red cuenta con 8 cámaras all-sky, distribuidas desde Calama hasta Puerto Williams, y dos más en Mendoza, por donde también se observó el bólido que cayó en Chile. Estas cámaras rastrean bólidos que ingresen por la atmósfera, trazando su trayectoria con el fin de recuperar sus restos.

Según Valenzuela, los meteoritos recién caídos pueden ser una valiosa fuente de información ya que su exposición a los procesos terrestres es mínima. El repositorio Pelom Kura, en la Universidad Austral de Chile, conserva estos meteoritos poniéndolos a disposición de la comunidad científica para su análisis.

Fuentes:

Especialistas realizan expedición para buscar meteoritos asociados a un bólido detectado por la red de cámaras Fripon Andino en que colabora la UDA – Universidad de Atacama.